El origen de Internet
El 21 de noviembre de 1969 se establecía el contacto entre
la Universidad de California y la Universidad de Stanford mediante un sistema
de información completamente novedoso. Hablamos de ARPANET, el origen de lo que
hoy conocemos como internet, cuyas expectativas nunca hubieran imaginado el
increíble fin que tendría el proyecto.
Hoy día Internet es un elemento cotidiano más. Tanto que ni
nos damos cuenta de su juventud. Hace unos años no todo el mundo disponía de
internet en el móvil. Es más, hace unos cuantos más ni si quiera era fácil
acceder a internet (actualmente en ciertos lugares tampoco). Pero yendo aún más
lejos, hace poco más de 20 años internet ni si quiera existía. Y desde luego
nadie sabía el impacto que una red de información tan compleja tendría en la
sociedad.
ARPANET, acrónimo de Advanced Research Projects Agency
Network apareció gracias al DOD, el departamento de defensa de los Estados
Unidos quién buscaba un medio de comunicación seguro entre los distintos
organismos del estado. Tras varias propuestas finalmente se decidieron por esta
apuesta creándose el primer nodo en la Universidad de California. Este concepto
de una red de ordenadores capaz de comunicar usuarios entre sí, algo que ahora
es sencillamente obvio, fue formulado por J.C.R. Licklider, allá por 1962. Seis
años después esta posibilidad se hacía realidad.
Varios proyectos que buscaban finalmente un nuevo método de
comunicación informatizado y seguro, que resistiese a un ataque nuclear entre
otras cosas, fueron desarrollándose en paralelo hasta que finalmente todos
fueron reunidos en ARPANET, donde coincidieron en sus esfuerzos. Por fin, en
1968 el proyecto estaba claro y en ejecución. Fue un año después ARPANET
enviaba su primer mensaje dentro de su nodo de California a modo de prueba. Y
menos de un mes después, el 21 de noviembre, realizaba su primer contacto a
cientos de kilómetros de distancia.
El primer ordenador en conectarse fue un SDS Sigma 7, que se
encontraba en la UCLA, y que contactó con un SDS 940 de Stanford. Las primeras
comunicaciones incluían un ingenioso sistema NLS, un intento básico del
hipertexto que hoy conocemos creado por Doug Engelbart. Las primeras
conexiones, por supuesto tenían como base las conexión por cable, nada que ver
con la fibra de hoy día ni los satélites que ofrecen alta conectividad ni nada
por el estilo. No. Lo más importante era poder conectar a las personas a través
de los ordenadores, aunque en aquel momento fuese con fines de seguridad y
administrativos.
45 años después
Hoy día Internet está presente en más del 60% del mundo,
grosso modo. Prácticamente todos los países europeos, Estados Unidos, Asia,
Latinoamérica y más de la mitad del continente Africano tienen fácil acceso a
Internet. Algo que supera los mejores deseos de 1969 ¿Y qué ha cambiado desde
entonces? Prácticamente todo. No solo el acceso ha internet ya no es solo
propio de la agencia de seguridad de turno, (y de uso eminentemente público),
sino que su formato, su tecnología y hasta su concepto son radicalmente
distintos de como comenzó todo.
La tecnología detrás de ARPA comenzó su evolución con el
cambio de su protocolo NCP a TCP/IP que permitía una mayor expansión de la red
y que fue implementado en 1981. La aparición del hipertexto se remonta, como
concepto a bastante antes, ya que en 1945 se jugaba con la idea de un texto que
"va más allá" basado en microfichas. Su evolución ha permitido que
gestionemos la información y que por tanto interactuemos como lo hacemos hoy
día con la web. Y por supuesto, la WWW, la World Wide Web cuyos orígenes se
dieron en el seno del CERN en 1990.
Estos tres elementos son los que han definido a lo largo de
estos 45 años cómo internet sería usada en este momento. Por supuesto hoy día
existe mucho más; y cada momento que pasa nuevas tecnologías además de nuevos
conceptos surgen en la enorme red que un día crearon en un laboratorio de la
UCLA. Pero lo más interesante del asunto es saber en que se habrá convertido
Internet dentro de 45 años.
Tim Berners-Lee y primer servidor
En 1989 apareció la World Wide Web, también conocida como la Web (o WWW). Este sistema tan natural ahora para todo el mundo supuso toda una revolución para el uso de internet gracias al ingenio de Tim Berners-Lee quien trabajó sobre una NeXT para desarrollarla, un ordenador de la compañía fundada por Steve Jobs.
La World Wide Web fue desarrollada, como decíamos, por Tim Berners-Lee junto con Robert Cailliau mientras trabajaban en el CERN y se usó en primera instancia para formar un sistema de comunicación del propio CERN. Más tarde, el propio Berners-Lee pondría en marcha el primer servidor del mundo, un NeXTcube. Con su propuesta aplicada a todo el mundo, de pronto surgió una herramienta capaz de interconectar la información a lo largo y ancho del planeta, sin barreras ni fronteras. Y en el núcleo duro de esa imponente creación se encontraba uno de los ordenadores creados por la compañía que fundó el propio Jobs unos años antes.
Tal vez decir que Steve Jobs podría ser una figura importante en la creación de la web puede resultar un tanto brusco. Pero lo que si es cierto, sin lugar a dudas, es que NeXT influenció enormemente la decisión y puesta en escena del proyecto de Tim Berners-Lee. En primer lugar, NeXT fue una compañía orientada precisamente a las instituciones educativas principalmente. Aunque sus ventas no fueron muy altas, algunas de las entidades investigadoras más importantes contaron con NeXT, entre ellas el propio CERN.
El primer servidor Web:un NeXTcube.CERN.
El NeXTcube empleado por Tim Berners-Lee para funcionar como
el primer servidor web de la historia, además de utilizar el primer explorador,
no habría podido cumplir correctamente su cometido si no hubiese dispuesto de
NeXTSTEP, un sistema operativo multitarea y orientado a objetos. NeXTSTEP, de
hecho, fue el antecesor de OpenStep. Más tarde, la propia NeXT fue adquirida
por Apple debido a su amplia innovación que podría decirse que llegó bastante
antes de tiempo, aunque puede que su alto precio jugara también en contra de su
éxito comercial.
NeXT, como comentábamos, fue precisamente fundada por Steve
Jobs, quién al ser dado de lado en Apple, en 1985, decidió llevarse consigo
algunos empleados de la compañía. Las ideas de Jobs en Apple, que no terminaban
de cuajar debido al equipo directivo, se hicieron patentes y fuertes en NeXT.
La experiencia obtenida gracias al Lisa y al Macintosh sirvieron para entender
cómo un sistema operativo debía de ser útil, práctico y cómodo. Estos
principios fueron precisamente los que se plasmaron en la web, cada vez con
mayor ahínco. Es cierto que nunca podremos decir que Steve Jobs fue una figura
importante en la creación en la web, pero lo que si podemos afirmas es que sin
él, y sin NeXT, no la hubiéramos conocido como es hoy día.
Desarrollo Historico de Internet en España
Internet llega a España gracias a la investigación y la ciencia.
Aunque sus inicios tengan relación directa con actividades militares y de
seguridad, en nuestro país su contexto inicial es totalmente académico. La
primera iniciativa se llamó Faenet y fue creada en 1984. Sus responsables
fueron distintos grupos y universidades que trabajaban con el CERN, el Centro
Europeo de Física de Partículas, famoso en los últimos años por su búsqueda
incansable del Bosón de Higgs. Los siguientes pasos siguieron en la misma
línea. Ayudando a la investigación, mejorando la comunicación entre centros de
estudios y trabajo y, en definitiva, mejorando la comunicación entre los
científicos y los ingenieros que trabajan en ellos. En esta atmósfera nace
Iris, el Proyecto de Interconexión de Recursos Informáticos.
De la universidad a los usuarios
El potencial de esta nueva tecnología de la comunicación era
tal que limitarlo a unos pocos centros especializados era desaprovecharlo. Por
este motivo, en 1986 Telefónica lanza Ibertex, la versión española del
Videotex. Esta aplicación interactiva permitía difundir, a través de una red de
telecomunicación, la información desde un sistema informático hasta un
terminal, donde los usuarios podían consultarla. Este servicio pionero no se ha
mantenido hasta nuestros días, pero es un buen ejemplo de las primeras
iniciativas para llevar las conexiones a todo el mundo.
Habría que esperar hasta 1990 para que se realizase la
primera conexión a Internet en España utilizando IXI, la red paneuropea de alta
velocidad, que transmitía a 64 Kbps. Resulta chocante pensar en esos números
como punteros, pero todavía quedaba mucho que camino que recorrer. Este evento
tuvo como protagonistas, una vez más, a los investigadores del país, los early
adopters de nuestro país. En 1991 siguieron avanzando las iniciativas para
conectar a las instituciones relacionadas con la innovación y el desarrollo,
creando una red académica y científica nacional. Al finalizar este año ya había
más de 1.000 máquinas conectadas a Internet.
El primer servidor web español
En 1993, aprovechando el directorio del CERN, apareció el
primer servidor web español, el de la Universidad Jaime I. Su responsable,
Jordi Adell, se convierte en un pionero de la red de nuestro país y continúa la
tendencia de Internet en España, siempre en estrecha relación con el mundo
académico y del conocimiento. Fue también uno de los responsables de Dónde?,
una base de datos sobre recursos de Internet. En él, se recopilaban datos sobre
la evolución de la red o los intereses de los usuarios. Desgraciadamente, las aguas de la red son a
veces traicioneras y acabó por desaparecer. Bajo estas líneas, hay un
pantallazo del aspecto que tenía. Su estética retro nos traslada 20 años atrás
en el tiempo.
Página de Donde?
Estamos ya en el año 1994 y hay más de 20.000 ordenadores
conectados con un centenar de los organismos con acceso a Internet. Sin
embargo, el acceso seguía siendo lento.Ibertex, de Telefónica, tenía más de
400.000 usuarios. En 1995, se lanzó Infovía, sustituida más tarde por Infovía
Plus. Este es también el año en el que se funda la Asociación de Usuarios de
Internet(AUI), un organismo sin ánimo de lucro que durante todos estos años
promueve el uso de Internet y defiende los derechos de los usuarios.
A estas alturas de los años 90, ya hay más de 42.000
ordenadores conectadas a Internet. En septiembre, el Ministerio de Educación y
Ciencia colabora con Telefónica para dotar a las universidades y centros de
estudios de una tecnología avanzada.
A finales de la década, parece que todo está encarrilado. Es
entonces cuando se sobrepasa la cifra del millón de usuarios de Internet. Por
supuesto, se trataba de gente joven, mayoritariamente, y la actividad más
frecuente era la consulta del correo electrónico. La cifra seguirá subiendo a
lo largo de todo el año. Un año más tarde, Telefónica y el Ministerio de
Fomento llegan a un acuerdo para aprobar la tarifa plana en España, utilizando
la tecnología ADSL.A principios del año 2000, ya era una realidad.
Y, desde entonces, todo ha ido cada vez más rápido. ¿Qué
pasará en los próximos años? La fibra óptica y la tecnología móvil 4G tendrán
mucho que decir.
Telecomunicaciones e Internet
Este se trata de un conjunto de un gran número de redes de comunicación e informáticas interconectadas entre sí de forma descentralizada y voluntaria. Cada red que compone Internet está diseñada con una arquitectura y tecnologías que pueden ser muy diferentes; el éxito de Internet como sistema global se basa en que en todas estas redes se usa el mismo protocolo de comunicación, el mismo 'lenguaje', la familia de protocolos de Internet. El protocolo IP es capaz de encaminar el tráfico de datos en Internet como si ésta fuera una sola red lógica utilizando identificaciones para cada máquina (dirección IP) mientras que el protocolo TCP permite gestionar una transmisión efectiva de esos datos sin que se produzcan pérdidas. Otros protocolos importantes para el funcionamiento de Internet son, por ejemplo, HTTP, SMTP, SSH, FTP...
Un error habitual es confundir los diferentes servicios a los que se puede acceder por Internet con la internet propiamente dicha. Por ejemplo, la World Wide Web, conocida como la Web, es un conjunto de protocolos que permite visualizar archivos de hipertexto alojados en otras máquinas; pero es habitual la confusión entre 'Internet' y 'la Web'. Otros servicios serían el envío de correo electrónico (SMTP), la transmisión de archivos (FTP y P2P), las conversaciones en línea (IRC), la mensajería instantánea, la transmisión de contenido y comunicación multimedia —telefonía (VoIP), televisión (IPTV)—, los boletines electrónicos (NNTP), el acceso remoto a otros dispositivos (SSH y Telnet) o los juegos en línea. De hecho, se denominan proveedor de servicios de Internet a una empresa que conecta los dispositivos de los usuarios domésticos al resto de Internet permitiendo el acceso de éste a dichos servicios.
Cables Submarinos e interconexión Intercontinental
Un cable submarino o Interoceánico es aquel cable de cobre o
fibra óptica instalado sobre el lecho marino y destinado fundamentalmente a
servicios de telecomunicación.
En 1855 se aprobó el proyecto para tender el
primer cable trasatlántico que quedó fuera de servicio en poco tiempo. En 1865
se puso en marcha el segundo proyecto, empleándose para ello el mayor barco
existente en ese entonces, el Great Eastern. Este cable no llegaría a funcionar
hasta el año 1866 y unía Irlanda y Terranova.
Las dificultades de tendido fueron considerables, así como
las de explotación, debido a las elevadas atenuaciones que sufrían las señales
como consecuencia de la capacitancia entre el conductor activo y tierra, así como
por los problemas de aislamiento.
Muchos de estos problemas eran ocasionados
por los accionistas de las compañías marítimas, introduciendo clavos y
perforando así, la capa aislante del cable, se tuvieron que emplear muchos
hombres y un trabajo minucioso y a conciencia para poder repararlos. El
progreso de éste, era perjudicial económicamente para las compañías navieras.
El descubrimiento de aislantes plásticos posibilitó la
construcción de cables submarinos para telefonía, dotados de repetidores amplificadores
sumergidos, con suministro de energía a través de los propios conductores por
los que se transmitía la conversación.
Posteriormente, en la década de los 60, se instalaron cables
submarinos formados por pares coaxiales, que permitían un elevado número de
canales telefónicos analógicos, del orden de 120 a 1800, lo que para la época
era mucho.
Finalmente, los cables submarinos de fibra óptica han posibilitado
la transmisión de señales digitales portadoras de voz, datos, televisión, etc.
con velocidades de transmisión de hasta 2,5 Gbit/s, lo que equivale a más de 30
000 canales telefónicos de 64 kbit/s.
Aunque los satélites de comunicaciones cubren una parte de
la demanda de transmisión, especialmente para televisión e Internet, los cables
submarinos de fibra óptica siguen siendo la base de la red mundial de
telecomunicaciones.
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